jueves

Finaliza el Año Santo, pero no el Camino.


Finaliza otro año santo. 365 días en los que miles de peregrinos han llenado los diferentes caminos y variantes; ahora nos esperan cifras, estadísticas y ganancias económicas. Pero lo que no termina, y ya vamos por mas de un milenio, será el continuo goteo de personas que aun se emocionan y lloran ante la vision de la catedral de Compostela o del mar en Finisterre, que siguen buscando en su caminar la paz y el silencio, personas que se desprenden del ropaje de la cotidianidad para vestirse de amistad, soledad, aprendizaje, conocimiento, y renovación interior. Ahora nos esperan años de abandono institucional, pero también años de auténtico espíritu jacobeo, fuera ya del turismo y la masificación.

Seguiremos andando y dejando huella por aquellos caminos por los que otros caminaron.
Decía Picaud, a quien se le atribuye la primera guía del Camino de Santiago, el Códice Calixtino, hace unos setecientos años, “todos los que a Santiago de Compostela llegan tristes, pronto se vuelven alegres, como poseídos por una fuerza que brota directamente de su interior”.
Buen Camino. Ultreia et Suseia

martes

El camino de Santiago, camino de vida.

Nacemos en el seno de una familia, algunos no.Vivimos en el seno de una familia, algunos no.Crecemos en el seno de una familia, algunos no. En realidad si, lo que ocurre es que muchas veces, los miembros de una misma familia, no viven bajo el mismo techo.En el Camino de Santiago, podemos encontrar como en la vida misma, a muy diferentes personas, unas pasarán por el Camino sin impregnarse del Camino, otras, recorrerán el Camino, sin apercibirse del Camino, muchas aprovecharán el Camino para hacer nuevas amistades y esas amistades, para unos perdurarán para siempre y para otros como flor de un día, se extinguirán, primero por la distancia, luego por lo poco que se identificaron con el Camino y siempre porque el Camino no hizo mella en ellos.En cambio hay entre los que pisaron el Camino, un grupo que se sumergió en el Camino, se impregnó de sus polvos, lodos y perfumes, luces, sombras y colores y asumieron el Camino como parte trascendental de sus vidas y descubrieron que el Camino es el Camino de la Vida, comprendieron que el Camino les enseñó a Compartir todo lo suyo, lo que tenían y lo que deseaban.
El Camino te enseña a ser Solidario, te hace ver que no debes Exigir a los demás, sino Agradecer lo que buenamente te Ofrecen. El Camino de Santiago, ya desde sus orígenes es un Camino de Caridad, caridad que se demostraba no sólo en el trozo de pan que te ofrecían, sino en el mas amplio sentido de la palabra, en el de compartir todo, incluso los pensamientos, en abrirse a ti cual amigo fiel de toda la vida, en compartir alegrías y dolores y ... a veces penas.En el Camino de Santiago podemos encontrar lo más variopinto de la fauna humana, todo depende del Camino elegido, también de la época del año, pero siempre dependerá de la Intención que nos mueva para “hacer” el Camino.
Hay un viejo relato árabe que viene como anillo al dedo:Cerca de la puerta de la muralla de una ciudad árabe, existía un pozo que saciaba la sed de hombres y animales y junto a este, bajo la sombra de un árbol, dormitaba un anciano plácidamente cuando se acercó un joven que al sacar el cubo de agua, le despertó. El joven, le preguntó por el carácter de la gente de ese pueblo, a lo que el anciano le respondió con otra pregunta: ¿Como es la gente del pueblo de donde vienes? El Joven le relató que la gente del pueblo de donde venía era gente rencorosa, envidiosa, desconfiada y huraña. Al oír la respuesta el anciano le dijo que la gente de este pueblo era exactamente igual que la del que venía, por lo que el joven, una vez calmada la sed, continuó su camino hacia otro pueblo.
A media tarde, se acercó al pozo otro joven que venia también de camino, saludó al anciano y le preguntó si podía saciar su sed con el agua del pozo, a lo que el anciano asintió plácidamente. El joven después de beber, le ofreció unos dátiles al anciano y entre la charla, le preguntó sobre el carácter de la gente del pueblo, a lo que el anciano le hizo la misma pregunta que al anterior: ¿Cómo es la gente del pueblo de donde vienes? El joven, con una sonrisa en los labios y unas lágrimas en los ojos, le contó que las gentes del pueblo de donde venia eran encantadoras, amigables, solidarias y había hecho muchos amigos y al tener que partir, casi se les rompió el corazón, pero él irremediablemente, tenia que seguir su Camino. El anciano al escuchar sus palabras se alegró y le dijo al joven que las gentes de este pueblo eran también, amables y bondadosas y que seguramente haría también grandes amigos y a continuación le indicó que si quería quedarse un tiempo, su casa estaba abierta para el y le indicó la dirección. El joven agradecido se encaminó hacia la misma.Una vez se marchó el joven del pozo, otro joven del pueblo que estaba cargando agua a lomos de su burrito le preguntó al anciano porqué al primero le dijo que las gentes del pueblo eran malas y hurañas y en cambio al segundo que eran buenas y bondadosas, a lo que el anciano le contestó: cada uno de nosotros cosechamos lo que sembramos.
La intención es la parte mas fundamental de la Motivación que los lleva al Camino, Uno puede estar motivado por cuestión deportiva, cultural, artística, senderística, turística y de ocio vacacional, todos estos son motivos que se dan entre la paleta multicolor de gentes que encontraremos en el Camino de Santiago.Pero no debemos olvidar que ya en Roncesvalles está grabada esta sentencia:"La puerta se abre a todos, enfermos y sanos; no sólo a católicos, sino aún a paganos, a judíos, herejes, ociosos y vanos; y más brevemente, a buenos y profanos". El Camino de Santiago, es primera y consustancialmente un Camino de Peregrinación, de peregrinación, en principio hacia la tumba del apóstol Santiago el Mayor, es por tanto una peregrinación a los orígenes del Cristianismo. También es una peregrinación hacia nuestro interior en busca de esos mismos principios que predicaba Jesús, el Compartir, el Ser Solidarios, el tener Caridad con el prójimo, incluso con uno mismo.
El Camino de Santiago es por lo tanto un camino en el espacio pero también en el tiempo, nuestro tiempo, es un paréntesis para Meditar sobre nuestra vida, nuestro trabajo, nuestros estudios, nuestras relaciones, tanto familiares como con los amigos, para meditar sobre lo que somos y sobre cómo somos.Los que nos hemos embebido del Camino de Santiago, tenemos un antes y un después del Camino, porque el Camino Marca de verdad, no cual tatuaje hecho en la piel, sino como Sentimiento grabado en el Alma.La parte “mala” del Camino es su adicción, efectivamente, parece ser que o bien es un virus o es una droga llamada “jacobina”, que cuando llevas un tiempo sin pisar el Camino, te obliga o bien a leer cosas sobre el Camino, a chatear en los foros del Camino o bien a visualizar las fotos del Camino o a hablar con los amigos sobre el Camino y si es una crisis muy aguda, no se te pasará hasta que vuelvas al Camino.
El Camino de Santiago tiene tres tiempos, el primero es el tiempo de la Preparación, de lectura, de información sobre el recorrido y sus albergues, de planificar las etapas.El segundo tiempo es el del Camino físico en si, el de comprobar que a veces lo planificado no concuerda con lo realizado día a día, el contrastar nuestra capacidad de adaptación al camino, a los albergues, a las gentes, a las inclemencias del tiempo, a nosotros mismos.El tercer tiempo es el de la Recopilación, el de aprender de lo vivido, el fomentar las amistades nacidas en el camino, el recordar lo bueno y lo malo, de sacar sus enseñanzas y ponerlas en practica con nuestra vida diaria y .......... en Vivir el Camino día a día.Hay un cuarto tiempo, digamos mas intimo, mas familiar, vamos, como uniendo los tres en uno, es el Camino en Familia, tu propia familia, la de sangre o adopción, la de tu casa. Si, ya se que a veces es muy difícil, no sólo el caminar en pareja, sino con los hijos o con los padres, pero si tenéis la oportunidad, no la dejéis escapar, porque en nuestra vida diaria actual lo que no tenemos es tiempo para compartir, para hablar, para exponer nuestros problemas, los propios y los de la familia y tratar entre todos de buscar la mejor solución a los mismos.
Pero ese tiempo, se consigue en el Camino, porque alargamos el tiempo al contrario que preconiza la teoría de la relatividad, a menor velocidad, mas tiempo para compartir. Vamos, que en coche 20 kms. se recorren en quince minutos, en cambio a pie, en cinco horas. Cinco horas para hablar, cinco horas para compartir, paisajes, pensamientos y sentimientos, cinco horas para transmitir enseñanzas y vivencias, cinco horas para ejercer de padres, de hijos, de pareja, cinco horas para crear y vivir en familia.

P.D. Si puedes no dejes de hacer el Camino.. y si quieres, vívelo siempre.
Paco Serra, peregrino, hospitalero, socio de la AGACS.

miércoles

Hacer el Camino. Por Carlos Herrera.

"Quien quiera hacer el Camino de Santiago debe saber varias cosas: que hay que ir bien calzado, que el peso de la mochila no debe sobrepasar los ocho kilos, que hay diferentes rutas aunque todas lleven al mismo sitio, que la gente ronca en los albergues, que hay que echar a andar antes de que amanezca, que no es necesario programarse etapas inacabables, que el sol te da de espaldas, que es mejor ir solo que mal acompañado, que en año jacobeo camina el doble de gente y que si es verano pasarán un calor considerable. Quien quiera hacerlo por primera vez que entrene durante un par de semanas con el calzado que piensa llevar y que sepa que se apresta a enfilar un desfiladero emocionante en el que se sorprenderá de lo mucho que es capaz de andar. Que sepa también que el Camino es un corto viaje por las soledades, por los campos ensabanados de amarillo, por los regatos y desfiladeros que se alternan con senderos boscosos y pistas inacabables de grava y arena, por tierras que abruman por el mercurio denso de su pasado, por paraísos del románico más inesperado, por el gótico sobrio de las citas catedralicias, por el rostro acogedor de sus lugareños y por trigales persistentes y auroras inciertas. Quien vaya a hacer el Camino debe saber que le esperan serenatas de viento y musgo, mariposas en las cunetas, alondras en los sembrados, el olor de la piedra umbría, el primer aroma de la hiniesta, ese vaho de nostalgia que esconden secretamente las higueras, la promesa de vino entre las vides, el canto mañanero de los mirlos y el compás dormido en el perezoso despertar de los pueblos. Quien ahora mismo empiece a sentir las incontrolables ganas de echarse a caminar debe empezar a familiarizarse con los nombres que serán para siempre memoria sentimental: Roncesvalles, El Perdón, Viana, Mostelares, Frómista, Cruz de Hierro... En El Cebreiro encontrará el humedal de piedra donde Galicia le abre la puerta al aire para que vaya pasando y se haga bruma; en Castrillo de Polvazares, la sabia mezcla de arcilla y ramaje que parece sacada de un paisaje sirio; en Sahagún, el foco primitivo del más puro arte mudéjar; en León –las gemas del Cáliz de Doña Urraca–, la explicación de que la historia común de España nace antes de que dos reyes yacieran juntos una noche. Quien vaya a hacer el Camino cruzará robledales, un puñado de carvallos, filos de corredoiras donde apacentan ganado, frondas y canales de regadío, chopos, álamos, mesetas. Entre la gloria y uno ya sólo habrá piedra, vieja piedra compostelana y esa fina lluvia, tan de lágrimas, que acaba verdeando los rostros demudados de los caminantes. El Camino nos lleva desde los eucaliptales perdidos en llanuras inacabables hasta la azotea de un alto edificio verde al que no se sube sin dolor y que, al llegar, regala un festín reconfortante de agua pulverizada.
Quien este verano se cuelgue una mochila y una medalla y eche a andar debe saber que hay una extraña voz interior que te dice «¡camina!» cuando más desfallecido estás, que la senda está poblada de tipos que llegan de los lugares más remotos del mundo sin que uno entienda qué los ha traído hasta aquí, tipos que caminan sin descanso y sin dar explicaciones, que arrastran el misterio como arrastran los pies, que llevados por el arrullo gregoriano hasta Samos llegan a Sarria y estiran el cuello porque creen poder ver Santiago y al apóstol de anchas espaldas que espera el abrazo. Si, como ellos, ya han decidido salir, si van a caminar mirando hacia los adentros de uno, si van a pisar la asombrosa España de ríos y fuentes, de cardos y perdices, de espigas y lanas, de vino y promesas, sepan que han tomado la decisión correcta. Nunca nada será igual y, año tras año, contarán los días que les quedan para volver a explorar la espesura más desconocida de todo universo: uno mismo. Feliz Camino"
Carlos Herrera.-

jueves

Oración y bienaventuranzas peregrinas.


Padre Nuestro que estás en los caminos
venga a nosotros tu aliento
y vela por nosotros los peregrinos;
hágase tu voluntad
así en el calor como en el frío.
La ruta nuestra de cada día
ilumínala hoy.
Auxilia nuestros desfallecimientos,
así como nosotros auxiliamos a los que desfallecen.
No nos dejes caer en la aflicción
y líbranos de todo mal.
Amén.


1. Bienaventurado eres, peregrino, si descubres que el camino te abre los
ojos a lo que no se ve.
2. Bienaventurado eres, peregrino, si lo que más te preocupa no es llegar,
sino llegar con los otros.
3. Bienaventurado eres, peregrino, cuando contemplas el camino y lo
descubres lleno de nombres y de amaneceres.
4. Bienaventurado eres, peregrino, porque has descubierto que el camino
comienza cuando se acaba.
5. Bienaventurado eres, peregrino, si tu mochila se va vaciando de cosas y
tu corazón no sabe donde colgar tantas emociones.
6. Bienaventurado eres, peregrino, si descubres que un paso atrás para
ayudar a otro vale mas que cien hacia adelante sin mirar a tu lado.
7. Bienaventurado eres, peregrino, cuando te faltan palabras para
agradecer todo lo que te sorprende en cada recodo del camino.
8. Bienaventurado eres, peregrino, si buscas la verdad y haces de tu camino
una vida y de tu vida un camino, en busca de quien es el Camino, la Verdad
y la Vida.
9. Bienaventurado eres, peregrino, si en el camino te encuentras contigo
mismo y te regalas un tiempo sin prisas para no descuidar la imagen de tu
corazón.
10. Bienaventurado eres, peregrino, si descubres que el camino tiene
mucho de silencio; y el silencio, de oración; y la oración, de encuentro con
el Padre que te espera.

viernes

Manual de conservar caminos.


1. Cada día has de aprender a caminar. Cada día es una nueva oportunidad, el camino te regala milagros que solo verás si tienes los ojos limpios de prejuicios, has de desprenderte de la venda de lecciones ya aprendidas. Los milagros están ahí, solo has de distinguirlos, aprender a mirar con ojos renovados.
2. Los caminos se cruzan. Y te cruzas con otros peregrinos. Tú creerás que los que te acompañan son los mejores, y no prestarás atención a los demás, y los otros peregrinos opinarán lo mismo de sus compañeros, y sin embargo “ellos” podían haber sido los tuyos. Un instante en el camino, una parada, entrar en un albergue o en otro determina los peregrinos que te rodearan a lo largo del viaje. Un instante, un segundo, una mirada
3. Las encrucijadas del camino. Allí has de pararte para decidir la senda que vas a tomar. Reflexiona y cuando des el primer paso, olvídate de la elección que tomaste o te torturarás innecesariamente. Si eliges el que tu corazón te señale, sin duda será el buen camino.
4. Lo importante no es el final, sino el camino en sí mismo. Aun cuando el fin no sea el soñado, no has de olvidar que el camino que tú elegiste y anduviste con toda tu pasión no te ha engañado, pues todo lo vivido, el sufrimiento y la alegría, conforman el puzzle de tu camino vital.
5. Lleva en el equipaje lo necesario. Cuando te sumerges en un trayecto difícil, el camino convierte las cosas que pensaste que eran necesarias y vitales en prescindibles y superfluas. Coloca cada cosa en su sitio y a cada uno en su justo lugar. Nos rodeamos de vanidad y abundancia que ciegan nuestros ojos a la vida.
6. Perderse en el camino es una enseñanza necesaria. Somos imperfectos y cometemos errores al elegir la senda, pero tal como dice el poeta: caminante no hay camino, se hace camino al andar, y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar.
7. Usa toda tu energía en cada paso. Has de poner todas tus fuerzas en la empresa que comenzaste, pues ya que elegiste un camino, ese es el tuyo. Nunca los buenos peregrinos se han forjado con la senda llana y sin piedras.
8. Ten paciencia. A veces las señales están cerca, ocultas por una mala hierba, pero están. Si tienes paciencia y confianza en ti mismo las señales acabaran alumbrándote y tomarás la senda correcta.
9. Has de tu camino un espejo de ti mismo. Has de abrir tu corazón, tu alma, que te empapes del camino y el camino se empape de ti. Será un camino con espíritu.
10. Ama tu camino. Sin este principio nada tiene sentido.

miércoles

Año Santo: peregrinaje o maratón turístico.

Este año es Año Santo Compostelano. Es el año en el que coincide la celebración del patrón de España en domingo. Por la incidencia de los años bisiestos la frecuencia de los Años Santos se establece según el siguiente periodo: 6, 5, 6, 11 y tendremos que esperar para tal echo hasta el 2021. Es el año en el que la iglesia concede especiales gracias espirituales a los fieles cuyo origen se remonta al antiguo Testamento en el que está establecido que cada 50 años se celebra un Año Jubilar, año en el que no se cultiva la tierra y las propiedades vendidas pueden volver a su propietario original y que los que tienen que servir a otros quedan en ese año libres. Es también el año que se abre la puerta del Perdón o puerta Santa, donde es tradición pasar por debajo de la imagen esculpida de Santiago peregrino, y bajo sus jambas, santiguarnos tres veces en el dintel. En definitiva es el año en que se podrá ganar en la Iglesia Catedral de Compostela, en plenitud, las gracias del Jubileo.

Pero también es el año de los peregrinajes masivos, que desde la Edad Media y alumbrados por el faro de las indulgencias compostelanas han lanzado a multitud de europeos a emprender esta dura ruta. Sin embargo el echo de que no es necesario peregrinar para obtener la Indulgencia del Jubileo compostelano (la concesión que la Iglesia hace a los creyentes de «perdón» o «amnistía total» de Dios), sino que sólo es preciso visitar el Sepulcro del Apóstol Santiago, aderezado de un extenso programa cultural y festivo, ha provocado una eclosión de personas, creyentes o no, turistas, deportistas o domingueros que se han mezclado con los auténticos peregrinos y han adulterado el sentido del caminar constante y diario con la única meta de conocerse y conocer a Dios. Por ello se prevé una tsunami humano en post de Santiago, cual maratón newyorkino, que deja sin su esencia la palabra peregrinar, quedando el camino proscrito el resto de años a los solitarios pasos de aquellos que sienten verdaderamente la ruta jacobea; símil de lo que acaece en mi querido pueblo cuando la fiesta de nuestro patrón San Sebastián coincide en fin de semana, estando relegado el resto del septenario para los que realmente tienen fe.

viernes

el camino de santiago aragones.



Ten siempre a Itaca en tu mente. Llegar allí es tu destino. Mas no apresures nunca el viaje. Mejor que dure muchos años y atracar, viejo ya, en la isla, enriquecido de cuanto ganaste en el camino sin aguantar a que Itaca te enriquezca.

Itaca te brindó tan hermoso viaje. Sin ella no habrías emprendido el camino. Pero no tiene ya nada que darte.

Aunque la halles pobre, Itaca no te ha engañado. Así, sabio como te has vuelto, con tanta experiencia, entenderás ya qué significan las Itacas.