Los estragos de la pandemia dejan una estela larga y difícil de digerir. Las autoridades eclesiásticas, con el objetivo de despertar el camino alargan el año Santo otra anualidad.
Los estragos de la pandemia dejan una estela larga y difícil de digerir. Las autoridades eclesiásticas, con el objetivo de despertar el camino alargan el año Santo otra anualidad.