jueves

REGRESO A GRANADA.


“Donde todos los caminos acaban empieza otro viaje.”


Amanecía soleado, como si la ciudad nos quisiera despedir con su mejor cara, era el día del adiós. Y como Dino quería llegar a Finisterre antes de partir a su tierra, pues tocó despedirnos y desearnos lo mejor en la vida, hasta que esta tuviera a bien unirnos de nuevo. Así que me dirigí con pena a la catedral para asistir a la misa del peregrino, allí me encontré con casi todos aquellos que se habían cruzado conmigo y asistimos con emoción a esta ceremonia. Tuvimos además la suerte de que nos embriagara el incienso del botafumeiro, pues unos peregrinos alemanes pagaran para ello, seguro que eran los de zapato de claqué. Recibida la bendición era el turno de otra despedida, la de mi chileno Alberto, “adiós andalú” me dijo, y nos despedimos con una sonrisa en la boca a pesar de la tristeza.
Para intentar paliar esta extraña sensación me dispuse a hacer otra clase de ruta, la Paris-Dakar. Sin embargo este itinerario culinario no lo concluí pues mi autobús no sabe de tapas gallegas ni de Estrella Galicia. Tocaba decir adiós a este grupo de gente, a esta dormida ciudad, al venerado Apóstol. Hasta pronto.


Y aquí acaba mi camino de Santiago, en un autobús camino de Granada, para retomar otro, el de la vida.


Buen camino.


Despedida entre peregrinos
Que la tierra se vaya haciendo camino ante tus pasos.
Que el viento sople siempre a tu espalda.
Que el sol brille cálido en tu cara
Que la lluvia caiga suave sobre tus campos
Y hasta que volvamos a vernos.
Que Dios te guarde en sus manos.








1 comentario:

  1. Andalú!!

    Me encantó tu historia, estimado amigo. ¡Me has citado (jaja)! Pero por sobretodo, lo que me gustó de tu narración fue la mirada profunda, delicada y sencilla de la experiencia del Camino. Gracias por los momentos que caminamos juntos, y por la enseñanzas aprendidas de mis amigos peregrinos. Un abrazo y suerte en la ruta diaria de la vida. Que Dios te bendiga.

    Alberto de Chile

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